El Código de faltas cordobés ¿reforma o maquillaje? - Cuarto programa

El Código de Faltas cordobés es materia de una larga controversia. Las organizaciones sociales han protestado año tras año contra este ley y los legisladores provinciales están discutiendo una reforma. ¿De qué se trata? ¿Es lo que se esperaba o sólo una forma de cambiar algo para que no cambie nada?.
En Aventura Semanal hablamos de la nueva Ley de Convivencia Urbana o mas bien de la reforma del Código de Faltas, con entrevistas al legislador Hector Muñoz, a Lucia de Carlo de la CTA Rio IV y con la vicita en el estudio de la abogada Victoria Tartaglia.




Aventura Semanal se escucha los lunes a las 22hs por Radio Universidad Nacional de Villa Maria, 106.9 del dial o http://radio.unvm.edu.ar

Equipo:
Federico Magrín Torres, Daiana Geremía y Juan Frank
Producción: Marilina Truccone y Alexis Salera

Editorial: 
Algunas consignas nos impactan particularmente… en algunas marchas contra el Código de Faltas, había una hermosa pancarta que sostenía: “Tu código me falta”. Y es que cuando para intentar que la convivencia funcione, se necesita a la policía trabajando activamente, ya tenemos que tomarlo como un síntoma, una muestra de que algunas cosas no están funcionando, y empezar a hacer el diagnóstico.
Hoy aventura semanal se dispone a pensar, como ya lo hizo alguna vez, el Código de Faltas de la Provincia de Córdoba, ante una nueva iniciativa de modificarlo por parte de la gobernación que, sin entender, o, mejor, sin querer entender la complejidad del tema, busca tocar algunos artículos... cuando se trata de una red densa de instituciones y políticas articuladas que piensan que, para la seguridad de la propiedad de un sector, minoritario, de nuestra población, hay habilitación para violar los derechos humanos de otra parte, mayoritaria, del pueblo.
Entendemos que es una red densa de instituciones y políticas que deben transformarse para poder tener una convivencia democrática donde la policía aparezca en casos extraños y particulares, y no en conflictos y situaciones con génesis abiertamente sociales y sistémicas. Algunas instituciones necesitan un cambio profundo, como los sistemas de formación y entrenamiento de la policía provincial, los juzgados de faltas, las estructuras jerárquicas, que no brindan herramientas para los cargos menores para participar en las políticas y las decisiones de seguridad cotidiana. Las políticas también deben cambiar, no generando estereotipos racistas y clasistas de quiénes son los potenciales criminales, sino pensando en la necesidad de la formación intelectual para poder desentrañar las redes de criminalidad para llegar a los grandes delincuentes, y no quedarse con lo superficial. Las leyes que funcionan de marco y organizan estas políticas e instituciones también deben tener procesos de reforma a partir de la participación social y ciudadana, de las organizaciones barriales, territoriales y políticas.
Podemos pensar, desde esta complejidad, que un intento de quitar simplemente la figura de “merodeo” o, incluso, sin quitarla, dar algunas garantías más, aunque solo en papel, no solucionará nada de la situación en nuestra provincia, sino que solo intentará mejorar la imagen de una red de poder entrelazado entre criminales y las fuerzas de seguridad, así como del poder político; hechos que nos demuestran los eventos de los últimos años.
Este es el desafío para esta próxima hora, y esperamos poder aportarles munición argumental para la vida cotidiana.